sábado, 19 de noviembre de 2011

EL ROSARIO, BAJA CALIFORNIA SUR, MEXICO



Parte de la fachada principal del Templo del pueblo "Nuestra Señora del Rosario", asi estaba pintado en 2009.


               Conocido comunmente como "Las Gallinas", por el dicho de que del tamaño de un huevo de gallina se encontraban las pepitas de oro que sacaban de las minas de esta zona.
Vista general de la plaza y su templo al fondo.

Kiosco de la plaza, recien restaurado en 2009.

                El Rosario se localiza en el km. 168 de la carretera de La Paz a San Jose del Cabo, B.C.S., kilometro donde hace entronque con la brecha de terraceria de 6 km aproximadamente que nos lleva a este poblado lleno de historia; donde modestamente cuenta con un templo, parque, panteón, casas antiguas de la epoca de mayor auge de la mineria en baja california sur y actualmente a un costado del panteón ubicamos El Santuario de Los Cactus.
 









"Originalmente la región de El Rosario estuvo habitada por los indios huchitíes que abarcaban las tierras que se extienden desde las cercanias de Todos Santos hasta las inmediaciones e La Paz. Incluían en sus territorios de recorrido los sitios donde despues se fundaron los reales de Santa Ana, San Antonio y el mineral de El Triunfo. La región se pobló despues con mineros, gambusinos y pequeños ganaderos que se hicieron de un espacio gracias al laboreo de las minas. El Rosario es conocido tambien con el nombre de Las Gallinas, debido a que en la segunda mitad del siglo XVIII se encontro en este lugar una pepita de oro con la forma y el tamaño de un huevo de gallina. A mediados del siglo XIX, en 1855, el primer obispo de La Paz, Juan Francisco Escalante, autorizo la construccion de esta capilla que fue bendecida en 1863 y se convirtio en asistencia de la parroquia de San Antonio.
En el interior de este templo se conserva una imagen de Nuestra Señora del Rosario, patrona de esta comunidad. Se trata de una escultura de madera tallada y policromada que data del siglo XIX."        
                Frente al parque y a un costado del templo encontramos una de las casas mas antiguas que aun sobreviven debido a que son muros de adobe crudo, y las lluvias ayudan a que poco a poco vayan desapareciendo. La fachada principal esta protegida por el INAH, pero los muros interiores cada vez estan mas deteriorados.



              
                La casa tiene la estructura típica de las casas antiguas, donde las habitaciones se intercomunican, y vemos en lo poco que queda de techo, el sistema usado con troncos de palma cubiertos con adobe, cubriendo asi la habitación.




               A un costado por la parte posterior de la casa encontramos un antiguo horno, en ruinas y abandonado; la gente no nos supo dar mas información. Por lo que vimos es antiguo pero con pequeñas adecuaciones para su proteccioón, ya que se puede observar la base de block, quizas lo arreglaron, porque el emplaste ( acabado ) que cubre el horno nos indica que si es por lo menos de la primera mitad del siglo pasado.


               Con el mismo estilo en fachada y estructura interna existen dos pequeñas casas, que funcionan como Subdelegacion del Rosario y la otra como casa-habitacion.




              Tambien a un costado del templo esta Artesanias Gloria; decidimos entrar y ver que ofrecian, amablemente sus propietarios, la señora y sus dos nietos nos recibieron. Su venta consiste en trabajos de barro, tejido de palma de la region. El espacio donde tiene la venta es agradable y sombreado por un pergolado de vara trabada, tambien material de la región.


               Aprovechamos y le preguntamos a la señora si tenia cocina típica, de esas que son aisaldas con vara trabada y hornillas en el centro y nos platicó que ahora la tiene como su taller donde trabaja el barro y la cocina la traslado a otro espacio. Asi mismo nos indicó donde coce las piezas de barro que trabaja.



                Finalmente entre sus curiosidades de barro encontramos una península de baja california sur, de aproximadamente 50 cms de largo, e inmediatamente decidimos comprarla para nuestra colección y exponerla orgullosamente en casa.


                 La visita fue fructifera, conocimos lugares con mucha historia y gente muy amable. El pueblo es pequeño, tranquilo, lleno de historia.

                Los invitamos a que visiten el lugar, es un buen pretexto para salirse de la rutina, no esta lejos, ademas de paso ven el Santuario de Los Cactus y el Panteón del pueblo que tiene tumbas muy antiguas, de principios del siglo XVIII.

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